Por ejemplo, en algunas familias alcohólicas son ruidosa y caótica, donde los niños son altamente escrutados, gestionan, y gobernados con mano de hierro. Otras familias alcohólicas son casi ensordecedoras en su silencio; nadie se comunica, y los niños son en gran parte ignorados y dejados a sus propios dispositivos.
Muchos hijos adultos de alcohólicos (hijos de padres alcohólicos) sienten que nunca tuvieron una infancia. No recuerdan la sensación despreocupada y segura. Los niños de familias afectadas por el alcoholismo a menudo describen su infancia como confusa, impredecible, caótica, y temerosa.
Los niños pequeños en familias alcohólicas pueden darse cuenta de que algo está “mal”, pero que no saben que hay algo diferente en su familia; es todo lo que han conocido. Ellos piensan de todas las mamá pasa en el sofá después de la cena. Creen que todo el mundo se esconde bajo las sábanas cuando el papá viene a casa gritando. A medida que los niños crecen, van a la escuela, y pasan más tiempo fuera de su casa, empiezan a darse cuenta de que hay algo diferente acerca de su familia.