Fue Francés Tustin quien consideró dentro del psicoanálisis
ingles al autismo, Ella plantea un cuadro de autismo primario anormal Herí
o de un vínculo que no favorece, desde el arranque, una subjetivación mínimamente
discriminada y define a estos niños como ameboidcos por su corporalidad
blanda y floja.
En cambio, se refiere a otro tipo de cuadros en los que se produce una separación corporal que resulta insoportable, por lo que sobreviene un posterior encapsulamiento que lleva al niño a replegarse en sí mismo. Según ella, se trata de un estancamiento precoz, del desarrollo con la constitución de una barrera protectora (rituales que resguardan la supervivencia, aseguran coherencia y mantienen a "raya" lo que aterra). Lo considera como un tipo particular de repliegue secundario a una forma de depresión masiva, momento al cual el niño quedaba traumáticamente "fijado".
Tustin asemeja a estos niños con los crustáceos, fortalezas vacías de Bettelheim. A estos niños es a quienes les corresponde el diagnóstico de autismo infantil precoz.
En cambio, se refiere a otro tipo de cuadros en los que se produce una separación corporal que resulta insoportable, por lo que sobreviene un posterior encapsulamiento que lleva al niño a replegarse en sí mismo. Según ella, se trata de un estancamiento precoz, del desarrollo con la constitución de una barrera protectora (rituales que resguardan la supervivencia, aseguran coherencia y mantienen a "raya" lo que aterra). Lo considera como un tipo particular de repliegue secundario a una forma de depresión masiva, momento al cual el niño quedaba traumáticamente "fijado".
Tustin asemeja a estos niños con los crustáceos, fortalezas vacías de Bettelheim. A estos niños es a quienes les corresponde el diagnóstico de autismo infantil precoz.