Las malas noticias, tanto propias como ajenas, pueden tener efectos nocivos sobre la salud. Si usted advierte que vive sumergido en el jazz, es hora de poner en práctica de la técnica de autodistanciamiento.
¿De qué se trata?. En lugar de sumergirse en las malas noticias y naufragar en un análisis obsesivo, el autodistanciamiento permite un tiempo afuera psicológica. Es decir, involucrar al dar un paso mental tras, que permita alejarse, tomar perspectiva del episodio que lo conmueve. Es como si se convirtiera en una mosca en la pared y, desde allí, pudiera verse a usted mismo a la distancia, experimentando y reflexionando sobre lo que sucede, desde lejos. Para probar su efectividad, los investigadores pusieron a dos grupos de estudiantes que pensaran en un episodio difícil en su pasado. Uno de ellos debió revivir el suceso como si estuviera sucediendo otra vez, el otro recibió instrucciones de visualizar como se alejaban de la situación hasta un punto o posición de ventaja donde podían observarse a sí mismo en el conflicto que se desarrollaba, como si fuera un video. El grupo que puso distancia no sólo sintió menos angustia sino que registró niveles de menor presión arterial. El hombre en busca, explican los científicos, facilita la capacidad de trabajar a través de la situación, conduciendo a que las personas tengan un entendimiento mayor que amortigua contra posibles reacciones negativas.