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Múltiples técnicas para manejar nuestras emociones

Podés terminar con el estrés y la conducta compulsiva con una profunda y novedosa curación emocional que combina diferentes técnicas. Te comentamos cómo ponerlas en práctica.

Cuántas veces nos vemos desbordados por distintas situaciones? la ansiedad juega un rol muy importante en este principio de desesperación que erosiona nuestra calidad de vida y nos mantiene en vela, agobiado, sin poder resolver los dilemas. Se trata de una respuesta emocional que engloba un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupaciones, toda vez.

Actualmente, se estima que un 20.5% o más de la población mundial sufre de algún trastorno de ansiedad, generalmente, sin saberlo. ¿Qué nos sucede? cuando estamos muy ansiosos, es posible que la respiración y la frecuencia cardíaca se aceleren, que dudemos y hasta podemos sentir mareos y temblores.

Algunas personas asumen conductas compulsivas: Fuman desmedidamente, se muerde las uñas hasta lastimarse, o comen sin siquiera masticar lo que tardan. El espectro de síntomas que puede producir la densidad es tan amplio como fácil de detectar. El desafío está, entonces, en revertirlos.

De este modo, para separar los estados de ansiedad, tenemos que hacer un trabajo integrador entre el cuerpo, la mente y el corazón.

Técnica para manejar las emociones negativas

enojo

Reconozca las múltiples caras que pueden esconder este sentimiento tan humano como común y qué estrategias poner en práctica para manejarlo con éxito.

El enojo es una de las emociones más frecuentes y muchas veces desgastante tanto física como mentalmente, aunque no es malo en sí mismo.

Dado que surge como respuesta a algo que se clasifica como negativo, puede servir de disparador de acciones que permitan cambiar aquello que no funciona.

El problema es cuando esta emoción aparece como única respuesta a las dificultades transformándose en algo crónico o, en otros casos, cuando se la utiliza como máscara para ocultar otro tipo de sentimientos. En estas situaciones, el manejo de las emociones puede complicarse y, como resultado, la persona parece vivir enojada cuando en realidad lo que esconde es algún otro sentimiento negativo relacionado con algo no resuelto.